19 A la mañana siguiente, el rey se levantó apenas salió el sol y se fue para el foso de los leones.20 Cuando llegó al lugar gritó: —¡Daniel! Tú eres servidor del Dios viviente y siempre estás a su servicio. ¿Tu Dios pudo salvarte de los leones?21 Daniel respondió: —¡Viva el rey por siempre!