21 Moisés extendió su brazo sobre el mar y el SEÑOR provocó un fuerte viento del oriente que sopló toda la noche e hizo que el mar retrocediera. Las aguas retrocedieron a cada lado, dejando en el medio la tierra seca.22 Entonces los israelitas caminaron en medio del mar, sobre suelo firme. Se formaron dos murallas de agua, una a cada lado.