11 Después, vi a otra bestia que salía de la tierra. Tenía dos cuernos como un cordero, pero hablaba como un dragón.12 Esta bestia recibió autorización para ejercer el poder de la primera y lo usaba para hacer que toda la gente adorara a la primera bestia que tenía curada la herida mortal.13 Esta segunda bestia hacía grandes milagros; incluso, hacía bajar fuego del cielo a la tierra delante de mucha gente.14 Engañaba a los habitantes de la tierra haciendo esos milagros con la autorización de la primera bestia. La segunda bestia ordenó a la gente que hiciera una imagen en honor a la primera que había sido herida con una espada y había regresado a la vida.15 La segunda bestia había recibido el poder de darle vida a la imagen de la primera, para que así pudiera no solamente hablar, sino también mandar matar a todos los que no la adoraban.